FIDEUÁ DE SETAS

Voy a ver cómo gestiono esta entrada, porque toda ella tiene enjundia...
Lo primero de todo, su descubridor.
Su descubridor es mi amigo de la adolescencia, casi de la infancia, Juanjo G.
Los autores son, a su vez, unos amigos de mi amigo (que según la canción tendrían que ser los míos...) de las incomparables tierras del románico Vall de Boí (Lérida-Lleida)
Juanjo formaba parte de mi pandilla de Turís y aunque han pasado muchos años, no hemos perdido el contacto del todo.
Pero además de deberle esta rica receta, le debo algo que para mí todavía ha significado más: el descubrimiento de dos grandes de la música, Stevie Wonder y Janis Ian...
Sus dos LP's "Songs in the Key of Life" y "Between the lines", respectivamente, "vivieron" durante mucho tiempo en mi casa de Turís y fueron cientos las veces que los escuché.
Aún recuerdo su marca personal, dentro de la funda de cartón de los vinilos, con sus iniciales J.J., en Dymo rojo...
Pero bueno, aparquemos la nostalgia que lo que hoy nos ocupa es este original plato fácil de elaborar, rápido y de especial sabor y que aunque he de reconocer que, en un principio, me chocó porque además de setas lleva longanizas y morcilla, finalmente resultó sabrosísimo.
Así que con el previo agradecimiento a Juanjo por su exquisita receta, por sus pacientes aclaraciones y sobretodo por introducir en mi vida a esos dos grandes músicos, vamos a la elaboración de esta especial fideuá.

Ingredientes para 4 personas:
200 grs de fideos "cabello de ángel"o "cero" (el más finito)
300 grs de setas variadas (o una bolsa de setas congeladas de Mercadona)
3 longanizas
1 morcilla
1 tomate rallado o 4 cucharadas de tomate natural triturado
1 cebolla pequeña bien picadita
300 ml de caldo de verdura (Juanjo me aconsejó un brik de esos que venden en los súper, aunque creo que de pollo y/o de carne también le puede ir y siendo muy osada, pues de pastilla de concentrado, a las que soy tan aficionada aunque no sea politicamente correcto...)
Sal y aceite de oliva

Preparación
En primer lugar, dejamos descongelar las setas en un colador que habremos colocado sobre cualquier recipiente para poder recoger el caldo que desprenden para después aprovecharlo.
Ponemos el embutido cortado a trozos de, más o menos un dedo de grosor, en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva hasta y sofreímos hasta que esté bien doradito. Apartamos y reservamos.
Si la morcilla está recién hecha, se os deshará, pero no menguará el sabor del guiso, sino más bien al contrario. En el caso de que deseéis conservarla a rodajitas, deberéis escoger una más seca, o dejarla orear un día.
Sofreímos a su vez  el tomate y la cebolla, previamente sazonados, en el mismo aceite, pudiendo añadir un poco más si hiciera falta.
Posteriormente, en la misma paella (que no paellera como bien indicaba mi amigo) dónde acabaréis la fideuá, tostáis ligeramente los fideos, sin nada de aceite, vigilando bien que no se quemen.
Los apartáis e incorporáis a la paella el sofrito de tomate, el embutido, las setas bien sean descongeladas o frescas, el caldo muy muy caliente y el agua de descongelación de las setas.
Cuando el caldo hierve, añadís los fideos, rectificáis de sal y dejáis cocer poco a poco, con fuego suave, hasta que estén en su punto y hayan embebido todo el caldo, más o menos durante unos 5-8 minutos.
Es aconsejable dejarlos reposar unos minutos más antes de tomarlos.

 

Mi amigo Juanjo, me comentaba que se puede poner junto al embutido una latita pequeña de paté, sea el que sea, porque le da buen sabor. Yo no lo hice y aún sin ella, la fideuá salió deliciosa.

También es posible terminar la cocción en el hormo, como si de un arroz al ídem se tratara. Cosa que tampoco hice porque mi paella tenía las asas plastificadas y no era plan de desintegrarlas...

 

En fin, lo que si os puedo asegurar es que, a pesar de la extensión de esta entrada, es de facilísima elaboración, sale a buen precio y el resultado es espectacular.

Que la disfrutéis!!