GIN TONIC
Aquí os dejo una recetilla que se aparta un poco de la línea de mi blog, dedicado fundamentalmente a guisos y platos de tenedor y cuchara.
Esta entrada contiene la manera de preparar el popular gin tonic, siguiendo unas pautas que mi amigo Mariano me ha enseñado y que logran que este cóctel no tenga nada que ver con los que se consumen en determinados bares, pubs o discotecas.
Yo soy poco bebedora, pero os aseguro que si lo preparáis como procede, disfrutaréis de un combinado digestivo y sumamente agradable.
Mariano los prepara como nadie y para él va esta receta.
Hemos de servirlo en una copa de balón o vaso ancho de cristal, nada de en los tradicionales vasos de tubo, que tanto han desvirtuado su auténtico sabor.
En primer lugar ponemos en la copa tres o cuatro cubitos de hielo muy helados. Parece una redundancia, pero no lo es, porque si el hielo está agualoso o deshaciéndose, nos arruinará el cóctel. Los que venden en las gasolineras son la mejor opción.
A continuación, cortamos de un limon fresco (no valen esos que "viven" en nuestra nevera durante semanas, pues carecen de su aroma) dos o tres tiras de piel sin parte blanca de arriba a abajo y las retorcemos dentro de la copa para que saque todo el aroma de la corteza y perfume el hielo y el cristal, frotamos el borde y las depositamos dentro.
Posteriormente, cortamos otro par de tiras de corteza, esta vez con parte blanca y las metemos asimismo en la copa.
Ahora llega el momento de incorporar la ginebra. Desde cierta altura y con el fin de que se oxigene, pondremos un chorro de la ginebra. La cantidad viene a gusto del consumidor, pero en algún sitio escuché que la cantidad correcta es la que cae durante unos tres segundos, justo el tiempo que tardamos en decir 101, 102 y 103. No debe estar muy fuerte, pues se trata de saborear y oler todas las esencias.
El siguiente paso es añadir la tónica: nada de lanzarla desde lo alto o agitarla y vaciarla como si fuera el cava que lanzan los vencedores de una carrera de F1.
Simplemente hemos de ir dejándola caer cuidadosamente y evitando que pierda sus burbujas.
Removemos un golpe con una cuchara o palito para que se homogeneice bien y listo.
Si seguís estas indicaciones os aseguro que el combinado que prepararéis no tendrá nada que ver con ese cóctel con sabor a colonia que todos hemos probado en algún lugar.
La "vida" de un gin tonic es solo de 15 minutos. A partir de ese momento, se agua y pierde su esencia.
Así que ya sabéis, si necesitáis más alcohol, preparaos dos o tres y si se os queda en la copa media velada, preparaos uno nuevo...
Salud y que lo disfrutéis!
Esta entrada contiene la manera de preparar el popular gin tonic, siguiendo unas pautas que mi amigo Mariano me ha enseñado y que logran que este cóctel no tenga nada que ver con los que se consumen en determinados bares, pubs o discotecas.
Yo soy poco bebedora, pero os aseguro que si lo preparáis como procede, disfrutaréis de un combinado digestivo y sumamente agradable.
Mariano los prepara como nadie y para él va esta receta.
Hemos de servirlo en una copa de balón o vaso ancho de cristal, nada de en los tradicionales vasos de tubo, que tanto han desvirtuado su auténtico sabor.
En primer lugar ponemos en la copa tres o cuatro cubitos de hielo muy helados. Parece una redundancia, pero no lo es, porque si el hielo está agualoso o deshaciéndose, nos arruinará el cóctel. Los que venden en las gasolineras son la mejor opción.
A continuación, cortamos de un limon fresco (no valen esos que "viven" en nuestra nevera durante semanas, pues carecen de su aroma) dos o tres tiras de piel sin parte blanca de arriba a abajo y las retorcemos dentro de la copa para que saque todo el aroma de la corteza y perfume el hielo y el cristal, frotamos el borde y las depositamos dentro.
Posteriormente, cortamos otro par de tiras de corteza, esta vez con parte blanca y las metemos asimismo en la copa.
Ahora llega el momento de incorporar la ginebra. Desde cierta altura y con el fin de que se oxigene, pondremos un chorro de la ginebra. La cantidad viene a gusto del consumidor, pero en algún sitio escuché que la cantidad correcta es la que cae durante unos tres segundos, justo el tiempo que tardamos en decir 101, 102 y 103. No debe estar muy fuerte, pues se trata de saborear y oler todas las esencias.
El siguiente paso es añadir la tónica: nada de lanzarla desde lo alto o agitarla y vaciarla como si fuera el cava que lanzan los vencedores de una carrera de F1.
Simplemente hemos de ir dejándola caer cuidadosamente y evitando que pierda sus burbujas.
Removemos un golpe con una cuchara o palito para que se homogeneice bien y listo.
Si seguís estas indicaciones os aseguro que el combinado que prepararéis no tendrá nada que ver con ese cóctel con sabor a colonia que todos hemos probado en algún lugar.
La "vida" de un gin tonic es solo de 15 minutos. A partir de ese momento, se agua y pierde su esencia.
Así que ya sabéis, si necesitáis más alcohol, preparaos dos o tres y si se os queda en la copa media velada, preparaos uno nuevo...
Salud y que lo disfrutéis!
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