TARTA DE CHOCOLATE GUINESS
Y va de tartas... Esta tampoco es que sea muy ligerita que digamos...
Un día, hablando con mi cuñada Mª Carmen, me comentó que su hermana Marisa había preparado una exquisita tarta de chocolate con un ingrediente un poco especial: una cerveza negra Guiness.
Me llamó tanto la atención, que no pude esperar a que me diera la receta y decidí bucear por internet a ver si daba con ella.
La que os propongo es un poupurri de lo que encontré.
Yo la hice el pasado mes de agosto, un día que comimos unos deliciosos gazpachos en casa de nuestros buenos amigos Esther y Juan.
No es apta para colesteroles subiditos y guardianes de la línea.
Ahora, un día es un día y si os decidís a prepararla, no os defraudará.
Vamos a ello.
Ingredientes
Bizcocho:
1 cerveza negra Guinness de 1/3
250 gr. mantequilla
75 gr. cacao en polvo tipo Valor
400 gr. azúcar
140 ml. de nata líquida para montar
2 huevos
1/2 cucharadita de vainilla en polvo o líquida
250 gr. harina
2 cucharaditas y media de bicarbonato
Cobertura:
1 tarrina y media de queso tipo Philadelpia
150 gr. azúcar glas
360 ml. nata líquida para montar
(Entre el bizcocho y la cobertura, necesitamos 500 ml de nata)
Modo de preparación:
En primer lugar, ponemos la cerveza a calentar a fuego medio, sin que llegue a hervir.
Le añadimos la mantequilla cortada en trozos y lo vamos moviendo hasta que se derrita completamente.
Lo retiramos del fuego y reservamos.
A continuación, ponemos en un bol o ensaladera el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato y lo mezclamos hasta que todos los ingredientes queden bien ligados y de color uniforme.
En otro cacharro, ponemos la nata líquida, los huevos y la vainilla y lo mezclamos con un batidor manual hasta que nos quede bien homogéneo.
Posteriormente le añadimos la cerveza con la mantequilla, y removemos bien.
Una vez tenemos la mezcla líquida terminada se la vamos incorporando a los ingredientes secos y con unas varillas lo mezclamos energicamente hasta conseguir una masa sin grumos.
La pasamos a un molde previamente engrasado con mantequilla y lo introducimos en el horno, previamente precalentado a 180º, durante 50 minutos aproximadamente o hasta que lo pinchemos y veamos que sale limpio.
Transcurrido este tiempo, lo sacamos y lo reservamos.
Una vez frío lo ponemos en el plato donde lo vayamos a servir.
Mientras tanto, preparamos la cobertura.
Para ello, mezclamos el queso y el azúcar, con un batidor eléctrico, hasta conseguir una crema suave.
A continuación, le añadimos la nata que previamente habremos montado ligeramente, mezclándolo con suavidad hasta que estén bien homogeneizados.
Por último esparcimos esta crema sobre la tarta fría bajando hasta los lados para que parezca la espuma de la cerveza y la metemos en la nevera durante unas 3 o 4 horas antes de consumirla.
Está buenísima, y nadie puede imaginar cual es el ingrediente estrella que tan jugosa textura le proporciona...
Un día, hablando con mi cuñada Mª Carmen, me comentó que su hermana Marisa había preparado una exquisita tarta de chocolate con un ingrediente un poco especial: una cerveza negra Guiness.
Me llamó tanto la atención, que no pude esperar a que me diera la receta y decidí bucear por internet a ver si daba con ella.
La que os propongo es un poupurri de lo que encontré.
Yo la hice el pasado mes de agosto, un día que comimos unos deliciosos gazpachos en casa de nuestros buenos amigos Esther y Juan.
No es apta para colesteroles subiditos y guardianes de la línea.
Ahora, un día es un día y si os decidís a prepararla, no os defraudará.
Vamos a ello.
Ingredientes
Bizcocho:
1 cerveza negra Guinness de 1/3
250 gr. mantequilla
75 gr. cacao en polvo tipo Valor
400 gr. azúcar
140 ml. de nata líquida para montar
2 huevos
1/2 cucharadita de vainilla en polvo o líquida
250 gr. harina
2 cucharaditas y media de bicarbonato
Cobertura:
1 tarrina y media de queso tipo Philadelpia
150 gr. azúcar glas
360 ml. nata líquida para montar
(Entre el bizcocho y la cobertura, necesitamos 500 ml de nata)
Modo de preparación:
En primer lugar, ponemos la cerveza a calentar a fuego medio, sin que llegue a hervir.
Le añadimos la mantequilla cortada en trozos y lo vamos moviendo hasta que se derrita completamente.
Lo retiramos del fuego y reservamos.
A continuación, ponemos en un bol o ensaladera el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato y lo mezclamos hasta que todos los ingredientes queden bien ligados y de color uniforme.
En otro cacharro, ponemos la nata líquida, los huevos y la vainilla y lo mezclamos con un batidor manual hasta que nos quede bien homogéneo.
Posteriormente le añadimos la cerveza con la mantequilla, y removemos bien.
Una vez tenemos la mezcla líquida terminada se la vamos incorporando a los ingredientes secos y con unas varillas lo mezclamos energicamente hasta conseguir una masa sin grumos.
La pasamos a un molde previamente engrasado con mantequilla y lo introducimos en el horno, previamente precalentado a 180º, durante 50 minutos aproximadamente o hasta que lo pinchemos y veamos que sale limpio.
Transcurrido este tiempo, lo sacamos y lo reservamos.
Una vez frío lo ponemos en el plato donde lo vayamos a servir.
Mientras tanto, preparamos la cobertura.
Para ello, mezclamos el queso y el azúcar, con un batidor eléctrico, hasta conseguir una crema suave.
A continuación, le añadimos la nata que previamente habremos montado ligeramente, mezclándolo con suavidad hasta que estén bien homogeneizados.
Por último esparcimos esta crema sobre la tarta fría bajando hasta los lados para que parezca la espuma de la cerveza y la metemos en la nevera durante unas 3 o 4 horas antes de consumirla.
Está buenísima, y nadie puede imaginar cual es el ingrediente estrella que tan jugosa textura le proporciona...
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