VIANDAS

Tenía pendiente esta receta.
Es una de la más sencillas que he colgado, pero en mi corazón, es una de las que más lugar ocupa.
Me la pasó mi hermano Javier, y a pesar de lo ampuloso que suena eso de "Viandas" se trata de un plato propio de cocina humilde y sin pretensiones.
Con su permiso os dejo la anotación que me envió, pues creo que vale la pena leerla independientemente de lo que sintáis políticamente. Está llena de verdad, de sensibilidad y de nostalgia.
Mil gracias mi queridísimo hermano, y no tardes en enviarme la de los Moros y Cristianos...
(las dos con mayúscula ;-) )

VIANDAS CON MOJO CRIOLLO

"Como recordarás hace unos años (ya demasiados...) estuve en Cuba.
El viaje fue con una ONG (Sodepau) para cooperar en un proyecto de sustitución de insecticidas químicos por los obtenidos de las semillas del árbol Nim (Azadirachta indica).
El trabajo se desarrollaba en la cooperativa agropecuaria de Güines, 60 kilómetros al sur de La Habana.
Además de trabajar (poco: al régimen cubano no le hacía ninguna falta mano de obra, sino contar políticamente con nosotros como colaboradores), allí desayunábamos, comíamos y cenábamos.
La vida no era (supongo que no sigue siendo) fácil en Cuba. Pero todo el mundo comía, todos los niños estaban escolarizados, todo el mundo tenía acceso a sanidad gratuita.
Así pues, no había que esperar suculentos manjares (al estilo europeo) en la cooperativa.
Pero en mi memoria habían quedado algunos. Otro día hablaremos de los Moros y cristianos (Arroz  congrí). Hoy le toca a las viandas.
En Cuba se llama viandas básicamente a los tubérculos (patata, yuca, boniato, ñame, malanga...) Recuerdo los platos de viandas bajo la mesa presidida por la imagen del Che... Recordaba su sabor, un sabor que no había vuelto a probar desde entonces. Algunas veces compraba una bandeja de verduras para cocido, y tras hervirlas las aliñaba con aceite, vinagre y sal. Buenas, pero no era lo mismo... ¿Un sabor perdido para siempre?
Hace poco recurrí a internet y ¡allí estaba!
El aderezo de mis viandas cubanas era el mojo criollo. Como siempre hay tantas recetas como cocineras y cocineros, pero básicamente consiste en ajo, naranjas agrias y aceite.
¡Manos a la obra! He seguido con mi bandejita de preparado de hortalizas para cocido (ya sabes que no me gusta complicarme la vida), pero se puede utilizar cualquier tipo de tubérculo y, si son variados, mejor para mi gusto. La próxima vez quizás le añada patata. Y hay que tener en cuenta que ya se pueden comprar con relativa facilidad tubérculos “exóticos” como los antes indicados.
En cuanto al mojo, lo he hecho con zumo de limón, ajo picado, comino, sal, orégano, perejil (mejor cilantro), pimienta, sal y aceite. Se vierte por encima de las viandas hervidas.

¡Mi sabor recuperado! Me encanta..."

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