BHAJI DE VERDURAS ó VERDURAS REBOZADAS
De nuevo una receta del chef inglés Jamie Oliver.
El bhaji es una receta hindú que consiste en una especie de rebozado para freír, fundamentalmente, cebolla, pero aquí lo prepararemos también con otras verduras.
La peculiaridad estriba en que la harina es de garbanzos.
Oliver en esta receta, utiliza una mitad de ésta, y la otra mitad de trigo, lo que creo no debe ser muy ortodoxo, pero os la transcribo tal y cómo él lo preparó.
El otro punto flaco, imagino que serán las especias, ya que nada tendrán ver las que compremos aquí con las autóctonas de la India, excepto si las conseguimos en alguna tienda especializada.
Pero bueno, de un modo ú otro, es un plato que queda muy rico y es perfecto para acompañamiento.
Vamos a ello...
En primer lugar, preparamos el rebozado, mezclando media cucharadita de comino molido, media de pimentón, un cuarto de cucharadita de cúrcuma y media de sal. Cuando está bien homogeneizado, añadimos a partes iguales las dos harinas o simplemente utilizamos la de garbanzos (unos 150 grs. en total). Si lo veis muy espeso, le añadimos un poco de agua, pero con cuidado no quede demasiado líquido y por el contrario si está muy aguazoso, podéis poner un poco más de harina.
Lo dejamos reposar y mientras, cortamos en rodajas muy muy finas (pues de otro modo no se cocinarían) dos zanahorias, en trocitos muy pequeños un pimiento verde, en juliana, una cebolla morada (si no tenéis, utilizad una tierna) y un manojo de cilantro fresco troceado (ya lo venden en muchos súper o hipermercados)
Lo revolvemos bien y lo mezclamos con la pasta de rebozar, y dejándolo reposar unos minutos.
Finalmente, freímos a puñaditos en una sartén con aceite de girasol muy caliente hasta que estén bien dorados.
Escurrimos y dejamos sobre un papel de cocina para que absorba todo el aceite sobrante.
Se sirve en el momento.
El bhaji es una receta hindú que consiste en una especie de rebozado para freír, fundamentalmente, cebolla, pero aquí lo prepararemos también con otras verduras.
La peculiaridad estriba en que la harina es de garbanzos.
Oliver en esta receta, utiliza una mitad de ésta, y la otra mitad de trigo, lo que creo no debe ser muy ortodoxo, pero os la transcribo tal y cómo él lo preparó.
El otro punto flaco, imagino que serán las especias, ya que nada tendrán ver las que compremos aquí con las autóctonas de la India, excepto si las conseguimos en alguna tienda especializada.
Pero bueno, de un modo ú otro, es un plato que queda muy rico y es perfecto para acompañamiento.
Vamos a ello...
En primer lugar, preparamos el rebozado, mezclando media cucharadita de comino molido, media de pimentón, un cuarto de cucharadita de cúrcuma y media de sal. Cuando está bien homogeneizado, añadimos a partes iguales las dos harinas o simplemente utilizamos la de garbanzos (unos 150 grs. en total). Si lo veis muy espeso, le añadimos un poco de agua, pero con cuidado no quede demasiado líquido y por el contrario si está muy aguazoso, podéis poner un poco más de harina.
Lo dejamos reposar y mientras, cortamos en rodajas muy muy finas (pues de otro modo no se cocinarían) dos zanahorias, en trocitos muy pequeños un pimiento verde, en juliana, una cebolla morada (si no tenéis, utilizad una tierna) y un manojo de cilantro fresco troceado (ya lo venden en muchos súper o hipermercados)
Lo revolvemos bien y lo mezclamos con la pasta de rebozar, y dejándolo reposar unos minutos.
Finalmente, freímos a puñaditos en una sartén con aceite de girasol muy caliente hasta que estén bien dorados.
Escurrimos y dejamos sobre un papel de cocina para que absorba todo el aceite sobrante.
Se sirve en el momento.
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