HERVIDO

Esta sencilla receta es un plato muy habitual en muchos hogares valencianos. Se trata de hervir hasta que estén tiernos patatas, cebolla y verduras y aliñar al gusto. Lo he visto hacer tantos años y tantas veces, tanto en mi casa, en casa de mis tías o en las de mis amigas que no sé el día exacto en que aprendí a cocinarlo. Es sanísimo y poco calórico.

El hervido se hace poniendo en una cazuela amplia o puchero, abundante agua con sal y todas las verduras en frío para cocer a fuego medio hasta que todo ello esté tierno.
Yo suelo poner una patata y una cebolla medianas y un puñado de judías verdes por persona.
Las patatas y las cebollas son básicas, y sin ellas no estaríamos hablando de “hervido”, pero el repertorio de verduras es muy amplio. Podéis utilizar un manojo de espinacas o de acelgas, alcachofas a mitades o a cuartos, unas zanahorias a rodajas, calabacín a cortadas gruesas…etc.
Las judías verdes, el calabacín y las zanahorias yo las cuezo junto a las patatas y cebollas, pero si hago espinacas, acelgas o alcachofas, me gusta hervirlas en otro recipiente. Recordad que las alcachofas hay que frotarlas con limón una vez limpias, porque si no se ennegrecen.
No dudéis a la hora de eliminar bastantes capas a la cebolla, ya que si dejáis las que son más duras nunca quedan tiernas del todo y no están tan ricas.
Una vez todo bien tierno (una media hora o cuarenta minutos según el tamaño de las piezas), se sirve en plato hondo y se aliña con aceite y vinagre, o solo aceite según gustos. A mi me gusta bien escurridito de su agua, pero hay personas que se ponen un poco junto al aliño.
Todo a trozos o bien pisadito está exquisito.

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