SOPA DE AJO
Esta receta es de mi madre, quien creo que la aprendió de su suegra, mi abuela Leocadia -excelente cocinera y mejor persona-
Es una receta super básica, que todavía me asombra por lo rica que está con sus escasos y pobres ingredientes.
Hay otras modalidades más enriquecidas, pero particularmente creo que a esta no le hace falta nada más.
Sofreir dos o tres ajos enteros sin pelar con un corte por persona en abundante aceite de oliva (que cubra bien el fondo de la cazuela), salar bien. Añadir 3 o 4 cortaditas de pan por persona y sofreir junto a los ajos. Es importante que no os cortéis a la hora de poner aceite, porque si ponéis poco el pan se lo embeberá y no podréis sofreirlo.
Añadir pimentón dulce y dar un par de vueltas junto a los ajos y el pan. Cuidadito una vez más, pues se quema rápido.
Incorporar agua (un vaso y medio por persona, más o menos) y dejar que hierva unos minutos. La textura no ha de ser muy caldosa, sino más bien trabadita.
Si os gusta, también queda buenísimo si añadís un huevo por comensal y lo cuajáis revuelto en el caldo, o cuajando solo la clara y dejando la yema entera.
Exquisita.
Es una receta super básica, que todavía me asombra por lo rica que está con sus escasos y pobres ingredientes.
Hay otras modalidades más enriquecidas, pero particularmente creo que a esta no le hace falta nada más.
Sofreir dos o tres ajos enteros sin pelar con un corte por persona en abundante aceite de oliva (que cubra bien el fondo de la cazuela), salar bien. Añadir 3 o 4 cortaditas de pan por persona y sofreir junto a los ajos. Es importante que no os cortéis a la hora de poner aceite, porque si ponéis poco el pan se lo embeberá y no podréis sofreirlo.
Añadir pimentón dulce y dar un par de vueltas junto a los ajos y el pan. Cuidadito una vez más, pues se quema rápido.
Incorporar agua (un vaso y medio por persona, más o menos) y dejar que hierva unos minutos. La textura no ha de ser muy caldosa, sino más bien trabadita.
Si os gusta, también queda buenísimo si añadís un huevo por comensal y lo cuajáis revuelto en el caldo, o cuajando solo la clara y dejando la yema entera.
Exquisita.
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